El miedo se alimenta del miedo y no pensaba darle ni una migaja que saciara su hambre, el miedo es solo un pensamiento; descubrir qué lo genera e integrarlo lo saca para siempre de nuestros corazones.
El miedo es lo contrario del amor. Intuía que dificultaría mi desarrollo y por otras experiencias ya tenía mucha práctica en superarlo, es algo opcional sin duda y cuando lo superas te vuelves más fuerte y confiado.
Después de mi experiencia oncológica nunca más lo sentí, aprendí a integrarlo totalmente, y en todo caso, ¿qué otra experiencia pudiera producirme más temor en el futuro?
Era todo tan desconocido y ajeno en aquel entonces, había tomado consciencia que incluso allí había algo por descubrir, y lo único real era que «seguía vivo». Ese contexto también sería una fuente de crecimiento. Era yo, el personaje protagónico de una historia que inconscientemente me había escrito; así que la asumí y ya.
Una vez más corroboré que uno no decide nada. No me resistiría a la vida, confiaría, ya que nadie puede determinarla; me dejé atrapar por ella sin pensar.
A la mente negativa no la alimentaría, no realicé tertulias con ella porque de seguro me llevaría al campo de la tristeza, por decir lo mínimo, esa es su labor cuando no intentamos ponerla a raya, además de sabotearte en todos tus planes. Reflexionen un instante sobre ello.
De pronto tenemos una idea inspiradora que obviamente nace del corazón y es allí cuando la mente negativa (aquella que todo lo niega) comienza su trabajo de sabotaje, hablándonos de inseguridades, miedos; nos dice que no somos suficiente y que no lo vamos a conseguir, dándonos decenas de razones; que no somos capaces o que valemos menos que los demás, por decir lo mínimo. De esa manera logra que nuestra energía y nuestras fuerzas se diluyan hasta que posterguemos o incluso abortemos una idea.
Todo el drama que aparece en nuestras vidas nos lo creamos nosotros mismos cuando permitimos que la mente negativa tome las riendas de cada momento, proyecto o decisión. ¿Se han dado cuenta que también interfiere en la relación con otras personas? Ella comienza a decirte cosas sobre ese individuo, y si tú se lo permites volverá un caos tu existencia hasta impedir la posibilidad de una hermosa experiencia de crecimiento con otro ser, y así por años o por toda una vida, hasta por varias vidas.
Toda persona es nuestro reflejo, tanto en lo que nos gusta como en lo que no. Tanto lo que nos molesta, como lo que nos place de otros, nos abre un claro canal que nos permite la ajustada comprensión de lo que somos.
Cuando echamos nuestra película hacia atrás rara vez nos arrepentimos de lo que hicimos; generalmente lo hacemos de los pasos que no dimos, como por ejemplo el deseo de robarle un beso alguien (por decir algo).
Por mi parte he ido aprendiendo que cada vez que un pensamiento negativo intenta instalarse en mi mente, lo observo, pero ya no dialogo con él. Llega un momento en que al parecer se aburre y desaparece al no tener de quien absorber.
Obviamente esto fue y ha sido un entrenamiento diario hasta convertirse en una manera de vivir. A mí en lo particular me costó cerca de 50 años tan solo despertar a esta consciencia y además la somatización de ‘’la gripe esa”, como llamaba al cáncer. Lo escribo y digo fácil hoy en día, pero sé que hay que tener constancia una vez que despiertas a esa decisión de dejar de ser un robot o de tener el control de todo e intentar vivir el día a día en coherencia entre lo que se piensa, siente y hace. Vivir desde el corazón, nuestro verdadero cerebro.
Tú de seguro lo harás mucho más rápido y sencillo. Yo me había puesto en el borde de un despeñadero y tenía que mantenerme incólume sin sucumbir a los desvaríos de mis pensamientos debilitadores. Cuando nos centramos en nosotros mismos, en hacerlo lo mejor posible por propia satisfacción y en confiar en que lo vamos a conseguir, nuestros resultados mejoran. Y ojo, que no se trata de rechazar esos pensamientos “negativos”, sino simplemente dejarlos estar ahí como lo que son, solo ruido, mientras seguimos en lo nuestro. Como si sonara música de fondo mientras seguimos haciendo lo que estábamos haciendo… porque eso es, una mala música de fondo. Me coloqué como observador.
Me explayo en el tema de la mente porque es determinante comprenderlo. Ella es nuestro ego. Esa mente “negativa” es la creencia en la separación con la fuente espiritual de donde procedemos, ella nos hace creer en la “enfermedad”, en los problemas y en la muerte, pero también existe la mente recta que es la creencia en una energía superior, el espíritu santo, “Dios”, o como quieras llamarlo; ella te da la certeza de la unidad con esa energía de donde provenimos, en que todo está relacionado, entrelazado, y tú decides la experiencia que quieres vivir.
En ambas existe el poder de la imaginación, y de la manera en que te imagines serás. Lo que imagines se manifestará en el mundo físico y si no crees en ello pues mira a tu alrededor; cada cosa que ves fue antes imaginada por alguien y luego creada. Todo lo que nos rodea fue antes imaginado por otros y por nosotros. Tus experiencias, el diseño de ese auto, de esa casa, lo que hay dentro de ella, las calles asfaltadas (antes eran solo de tierra) y cualquier cosa que puedas tocar, incluyendo tu pareja. Sí, aunque te cueste creerlo fuiste tú quien la imaginó y así llegó a tu mundo… y si no te gusta lo que ves, cambia a través de esa misma imaginación lo que quieras, pero por favor no te quejes más, porque ya sabes que tú lo creaste. Cambia lo que no te guste, desagrada o te hace daño, hazlo desde el amor, con todos tus sentidos; úsalos todos y comienza a imaginar las cosas de manera distinta pero consciente en sentir esa nueva realidad que te propones.
Tócala, saboréala, huélela, escúchala y observa cada detalle, luego no te traiciones y mantente día tras día en la vibración de eso que imaginas, vive tu deseo en presente perfecto, como una absoluta realidad, y verás que en su justo momento se te manifiesta en el plano físico. Por esa razón todo es nuestro reflejo, solo hagámoslo consciente desde ahora.
El presidente de turno no escapa a esta ley, al igual que el hambre en el mundo, las guerras o las epidemias. Todo, absolutamente todo fue antes imaginado por la mente humana, también lo maravilloso por supuesto; por ello, aquello de elevar el nivel de consciencia de cada individuo para así crear una masa crítica que imagine un planeta en amor.
En nuestra historia humana hemos demostrado que todo proviene de alguien que primero lo imaginó y a partir de allí lo creó en su mundo físico, hagámoslo consciente. Lo que llamamos bueno o malo es creado desde nosotros; somos nosotros. Decidamos con cuales pensamientos vibrar.
Otro día, en el capítulo sobre “creadores conscientes” profundizaré más sobre esto.
Han existido grandes inventores, creadores en las artes plásticas, la escritura, la música, la ciencia y quiero que te des cuenta que cada uno de nosotros también lo somos en nuestra cotidianidad, solo que no nos lo creemos, a diferencia de ellos.
Leonardo da Vinci imaginó creaciones como La Virgen de las Rocas, La Última Cena, La Mona Lisa y pare de contar. A través de su imaginación y acción aportó muchos conocimientos a la humanidad como cuando creo “Hombre de Vitruvio”, modeló la forma humana perfecta a partir de las proporciones establecidas por Vitruvio, un arquitecto de la antigua Roma. Esta creación es uno de los aportes más importantes de Leonardo ya que es el «canon» de las proporciones del cuerpo.
y para solo enumerar otro aporte de los tantos que creó, les puedo hacer referencia sobre el prodigioso “Vehículo autopropulsado”. Considerado el primer automóvil, la creación de Da Vinci estaba hecha de madera y se accionaba por la interacción de muelles con ruedas dentadas. En 2004 científicos de un museo de Florencia construyeron una réplica y descubrieron que funcionaba tal y como el científico y artista pretendía.
Leonardo Da Vinci y su maravillosa imaginación. Tan maravillosa como la tuya amigo (a) mío (a). Tú eres un Leonardo, cree en ello. Muchos seres han creado estructuras alucinantes por todo el planeta, aportes científicos e inventos ingeniosos a través del poder de la imaginación, de creer y sentirlo con todo su ser para luego accionar con ello.
Nuestra gran obra podría ser una vida armónica, sana.
Con nuestras circunstancias y nuestro cuerpo sucede igual. Observa esto; si te pones enfermo es porqué inconscientemente te imaginaste así, cambia el patrón e imagínate sano. Te aseguro que la imaginación en sanar es tan poderosa como la que permitiste que te enfermara. Mantente en esa creencia de bien-estar hasta que te toque ir de regreso a la fuente, porque solo estamos de paso; pero que sea una estadía feliz y de aprendizaje. Entonces cuando vemos a nuestro planeta y todo lo que en él existe, sucede lo mismo. Cualquier creación fue antes imaginada, incluidos nosotros, sobre todo nosotros.
Todas nuestras experiencias son creadas enteramente a través de imaginarnos consciente o inconscientemente de diversas maneras, si no te gusta lo que ves cambia tu forma de imaginar; de esta manera, cáncer puede ser igual a vida. Podemos imaginar otra cosa con respecto a él, imaginar delante de nosotros un camino lleno de crecimiento y salud integral, y si esa imaginación está arropada de una emoción poderosa, saboreando cada detalle de cómo queremos que sea, así se materializará en el momento indicado.
Así lo hice, en mi caso. Al romper el paradigma de “enfermedad incurable” cambié la ecuación y dio como resultado más y mejor vida.
La verdadera unidad es la aceptación de la diversidad, en la diversidad está la belleza, todo puede cambiar «según el cristal con que se mire». En cambio, la mente negativa, siendo tan egoica (el ego), pretende que la unificación sea que todos piensen, crean y hablen lo mismo.
Arropémonos con la creencia de que la verdadera unidad es un universo de infinitas manifestaciones y posibilidades, y por supuesto esto incluye cambiar las creencias de incurabilidad en cualquier circunstancia que experimentemos.
¿Para qué será que nosotros los seres humanos cuando nos empieza a ir bien comenzamos a pensar en el momento en que nos irá mal? De esta manera seguimos creándonos realidades que nos atormentan. Es una actitud “demente”. De-mente. Desde la mente negativa. A ella hay que dejarla con su soliloquio, observándola desde afuera y eso se convirtió en un entrenamiento para mí. Solo Integrémosla con amor sin luchar contra ella, sin luchar contra nada, como argumenté en el tema sobre la meditación.
El pasado y futuro solo están en nuestras mentes y pasamos más tiempo allí. Creemos vivir, pero es mentira, solo estamos en una ilusión al permitir que ella divague. Me atrevo a hablar en plural sobre el hecho de divagar solo porque conozco en algo nuestra raza humana ya que pertenezco a este club obviamente; tan solo con observar la cotidianidad te das cuenta que las personas cuando nos estamos bañando pensamos en el desayuno, cuando desayunamos pensamos en el trabajo, cuando estamos en el trabajo pensamos en la salida, cuando salimos pensamos en la casa, estando en la casa pensamos en la mañana y hasta cuando estamos con los seres que más amamos pensamos en cuando estemos con ellos pero en otros contextos, o en el caso de los hijos cuando sean grandes; de esta manera nos perdemos todo el presente, la vida misma, la única que existe. Luego añoramos los momentos que no vivimos. Parecemos autómatas.
Carl Jung siempre presente desde su fantástica mente y su alta vibración desde el corazón, nos decía que “aquello a lo que te resistes es lo que persiste”, “lo que niegas te somete y lo que aceptas te transforma”, piensen un instante en estas palabras. Gracias señor Jung.
No nos resistamos a la vida, tomémonos de la mano en esto de crecer… desde el corazón.
Extracto mi libro «Más allá del cuerpo» / Capítulo 8
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Excelente artículo, en lo particular
Me quedo con lo de Vivir desde el corazón, es la propuesta más sencilla y hermosa, cuando nos dejamos guiar por él y renunciamos a lo único que no tenemos «el control» estaremos seguro de S3R coherentes y por ende felices que a fin de cuentas fue a lo que vinimos.
Así también lo creo Lucía. En todo caso es un ejercicio diario hasta convertirse en una manera de vivir. Gracias por leerme y compartir.