Biografía

Biografía de Sebastian Falco

Sebastian Falco – Es un actor Ítalo/Venezolano, nacido en Caracas, que dirige, escribe y produce. Maestro en arte dramático. Inició estudios en la Escuela Nacional de Teatro de Venezuela (1980).
Su carrera como actor comenzó a muy temprana edad y continuó con el teatro universitario para luego estrenarse como actor profesional en la opera rock “Yosef” (musical Off Broadway) 1982.

Ha estudiado diferentes técnicas actorales (Brecht, Stanislavski, Uta Hagen y Viola Spolin con su singular método “Juegos teatrales”, el cual se enfoca en ejercicios de dirección e improvisación para el actor, y es considerado como la principal contribución al movimiento del teatro improvisado en los Estados Unidos).

Ha prestado su voz para el mundo publicitario y del doblaje desde los años 80 hasta el presente.

Como docente en arte dramático y dirección teatral, se ha enfocado en la creación de sus compañías “Teatro del actor” y “Falco Producciones” a través de las cuales ha formado actores y directores durante los últimos 28 años. Ambas compañías también han estado orientadas a la creación de espectáculos escénicos.
Entre 2017 y 2021 estuvo a cargo, como productor independiente, de la dirección artística para proyectos adjuntos de la Scala de Milano, generando distintos musicales y eventos de Street Art.

Como escritor, su más reciente libro “Cautivos, una programación ancestral” (2024) está publicado a través de  Amazon, al igual que sus anteriores publicaciones: “Regresar, la humanidad nos requiere de vuelta” (2022), “El mejor regalo” (2020), “La actuación, su sentido místico” (2019) y “Más Allá del Cuerpo” (2018).

Sobre Cautivos, una programación ancestral dice el autor: “En sus páginas nació el reflejo de las historias de tantos y tantos, también de la tuya, y de la mía. Seguramente, que ya de grande, habrás observado que desde el mismo instante en que nacemos inician a moldearnos de acuerdo a las tradiciones, creencias e ideologías de las personas que nos rodean. Sin embargo, cuando esto no está alineado hacia la consecución de nuestra paz y bienestar, comenzamos a tomar consciencia del mundo que deciden imponernos e intentamos andar nuestro propio camino, intuitivamente empezamos a desprogramarnos de tantos dogmas establecidos generación tras generación.

Ese es el momento, cuando de manera espontánea surgen preguntas que son perennes: ¿para qué estoy aquí?, ¿cuál es mi sitio?, ¿a dónde voy?

Cuando niños imaginábamos el futuro como una hoja en blanco en la que comenzamos a  escribir nuestra historia anhelada, nuestros ojos se iluminaban ante las posibilidades infinitas, nos sentíamos llenos de energía por la promesa del descubrimiento y el placer de vivir inmersos en tanto potencial. Nos sabíamos capaces de todo. No obstante, conforme crecemos nos muestran limitaciones y nuestra visión del futuro se constriñe, lo que una vez elevó la imaginación ahora es un lastre de temor y ansiedad, lo que una vez pareció ilimitado se vuelve estrecho y nebuloso debido a las infinitas inducciones de las que somos objeto.

Pero existe una manera de recuperar la vertiginosa dicha del potencial inagotable que intuimos en nuestra niñez y salir del cautiverio donde nos muestran la cotidianidad desde la batalla, la culpa, el  sufrimiento y el dolor per se, como forma de vida.

Hacerse consciente no es un acto intelectual, es un despertar al alma que nos posee”.

Biografía de Sebastian Falco

En Regresar, la humanidad nos requiere de vuelta se plantea una interrogante: hasta cuándo puede esperar la humanidad que accionemos por su bien, mientras nos mantenemos como simples espectadores de las atrocidades que observamos en nuestra vida cotidiana y a través de cualquier espectro radio eléctrico (el tiempo que nos queda ya no lo podemos emplear para simplemente voltear la mirada).

En este libro exalta lo imprescindible de retornar a nuestra esencia más pura. Regresar, como un irreemplazable acto de amor para nosotros mismos y para la humanidad; ella nos requiere de vuelta con todas las cualidades de un niño.

Dice: “Lo que debemos reaprender de ellos no es algo pueril. Estar a su lado es regresar a lo que fuimos, a lo que somos y olvidamos. Recordarnos. Ese es el camino y allí están las soluciones que esperan ser reconocidas para todo lo que aqueja a nuestros corazones y al planeta. Allí está la cura a tanto dolor y desasiosiego.

“A menos que seas como un niño, no entrarás en el reino de Dios”.

Este, más que un mensaje católico, tiene un poderoso significado cuántico. Ese reino es el campo de todas las mejores posibilidades”.

En El mejor regalo, describe la prodigiosa aventura que significó llevar adelante un proyecto de socialización para personas con “discapacidad intelectual” a través del teatro.

Habla de: “cómo seres con capacidades distintas (así me gusta sentirlos), nos recibieron con el corazón abierto para enseñarnos (paradójicamente) la esencia del arte dramático. Esa, donde la verdad es inalienable.

Ellos, como todos los seres con capacidades distintas llegan para producirnos un cambio”.

La característica del arte dramático de aglutinar las demás expresiones artísticas, brinda en un solo espacio la posibilidad de diversificar la experiencia escénica y esto potencia el talento de cada quien.

En su segundo libro, La actuación, su sentido místico (el actor del siglo 21), abarca desde el aprendizaje del aspecto más básico pero fundamental del desarrollo técnico actoral, para luego pasar a la comprensión de lo ritual, la realidad y representación desde el teatro antiguo al performance posmoderno, hasta cómo superar la parte intelectual e ir más allá de la actuación para sumergirse y comprender su sentido místico; ese que debería caracterizar al actor del siglo 21.

En cuanto a su primera publicación, Más Allá del Cuerpo, trata sobre sanación cuántica y en él habla de cómo transitó el cáncer logrando sanar un estadio terminal.

Desde hace poco más de una década es un estudioso e investigador en el campo de la física cuántica y de la epigenética conductual. De allí que haya empleado la sanación cuántica en sí mismo durante su experiencia oncológica, la cual consiste en substituir frecuencias energéticas, es decir, equilibrar, limpiar y reprogramar las células para cambiar la situación anómala que causa la dolencia.

El enfoque de esta publicación hace énfasis en que la sanación cuántica trabaja a nivel mental, es decir, los pensamientos tienen un papel fundamental en el equilibrio del sistema y en la recuperación. Los pensamientos crean una onda magnética que influye en el campo energético y a su vez en la mente, cuerpo y espíritu. En este libro plasma su vivencia sanadora, tomando en cuenta que todas las situaciones que experimentamos en nuestras vidas son creadas por nosotros mismos.