Tengamos la certeza de que el poder que tenemos es inmenso, pero también conozcamos las variables que se conjugan para esa inmensidad, y especialmente el para qué. Tenemos la capacidad de ser creadores conscientes.
…desde tu corazón.
Comprendamos que somos seres co-creadores y que esto, no es superchería, actos de magia, ni ciencia ficción. Todo lo podemos crear, lograr.
Recuerdo que en mi primera clase de dirección en el campo teatral (1990), mi maestro (para ese taller) Carlos Giménez (director argentino-venezolano) comenzó explicando, que el acto creativo comenzaba como imaginándose una nube llena de imágenes a la que le vamos dando forma, desde allí va surgiendo un lenguaje propio y ese discurso irá en coherencia con lo que queremos crear como directores.
Amé esa idea.
En ese entonces limité esa información solo al campo de la puesta en escena, luego comprendí que es una metáfora perfecta para cualquier contexto de la vida; es el proceso natural que todos tenemos cuando creamos. Hagámoslo consciente.
Esta es una técnica que utilicé en mi experiencia con el cáncer. Para sanar sabía que era imprescindible imaginarme sano y eso era literal; imaginarme y ser coherente con ese discurso.
También iba creando otras cosas, realizaba este ejercicio en las noches, acostado en mi cama, pero no me detenía en mi cuerpo, iba más allá de él.
Tan solo colocaba mi extraordinaria imaginación (la que todos poseemos) justo en la sensación del objetivo cumplido, en presente perfecto, y me permitía permanecer ahí mucho tiempo.
Disfrutaba dándole todas las características de la realidad que me propuse experimentar, coloqué en ella todo lo que me gustaba. Observaba y amaba cada detalle por más mínimo que fuese.
Percibí con todos mis sentidos cada sensación que me producía y me dejaba llevar hasta caer dormido en ese estado. Al despertar era constante y fiel a esa sensación, a su vibración, y aprendí a mantenerme con ella todo el día, día tras día por encima de los avatares de lo cotidiano. Este aspecto es fundamental.
Me era sencillo porque me producía una emoción llena de felicidad, y vi ante mis ojos el cálido significado de la palabra milagro al manifestarse en el plano físico a través de mi cuerpo, y en otras tantas experiencias.
Le doy el término de “extraordinaria imaginación” porque literalmente está más allá de lo ordinario lo que con ella logramos. Mantenerse día tras día en esa sensación es crucial ya que, si no lo hacemos así, la semilla no germina. Accionar en coherencia es imprescindible.
Esta técnica la podemos emplear en cualquier contexto y te sorprenderás cuando de un modo que nunca sabremos, seremos llevados a eso que imaginamos.
Tú nunca podrías concebir de manera conscientemente, los medios que se emplearían para transitar ese perfecto y armónico camino, y te encontrarás moviéndote a través de una serie de acontecimientos que te llevan a la realización del objetivo del estado que decidiste imaginar.
Aquí reposa la razón de aprender a aceptar lo que nos sucede cuando no lo comprendemos. Todo es para nuestro bien mayor y el de todos los involucrados.
No obstante, es importante saber qué quieres en este mundo y en el instante que sepas exactamente lo que quieres, haz una representación viva, en presente perfecto de ello.
Tócalo, míralo, óyelo, degústalo, siente su aroma, todo tal cual como lo quieres, recuerda disfrutar cada detalle y de lo que harías estando físicamente presente y moviéndote en tal estado. Es una técnica que bien hecha se convertirá en un modo de vivir.
La sanación física es un estado de la materia, por tanto está en el campo de lo material, pero estar sano físicamente es solo un aspecto del vasto mundo material que nos rodea.
Si por ejemplo quieres otra cosa material, como una casa, pero no tienes recursos económicos, y aun así tú sabes lo qué quieres y cómo lo quieres, tan solo haz una representación vívida de la casa que te gustaría, con todas las cosas en ellas que tu querrías.
Entonces esa noche cuando vayas a la cama colócate en un estado casi adormecido, somnoliento; ese estado que bordea el sueño e imagina que efectivamente estas en tal casa, y que si bajaras de tu cama pisarías el suelo de ella.
Disfruta la sensación del piso que quieres bajo tus pies y asómate a la ventana, puedes ver el paisaje que está afuera con cada detalle, y si decides abrirla siente la temperatura del ambiente, te tocará el viento si lo hay, o el rocío de la lluvia.
Luego sal de la habitación y entra en la habitación contigua de esa casa, observa sus formas, su techo, detente en ello, el color de las paredes… y mientras tocas los muebles, siente que son sólidamente reales, y así, pasa de una habitación a otra en tu casa imaginaria.
Mientras eso sucede, déjate llevar hasta entrar en un profundo sueño dentro de ese estado. Ten la certeza que ya tienes tu casa porque ya vives en ella.
Todo te llevará a hacerla realidad en el plano físico si te mantienes en la sensación del objetivo cumplido cuando despiertes, y así día tras día.
Esto lo he visto funcionar en mí y en otros, una y otra vez.
Lo mismo sucede con el compañero (a) de tu vida en el caso de que quieras una maravillosa mujer o un maravilloso hombre. Imagínate que ya vives ese estado. Recuerda que todo es en presente perfecto. Recrea cada detalle de la vida que quieres, y mora en él.
Morar en él.
De esto se habla en el cantar de los cantares o el cantar de Salomón, se dice: “De noche en mi cama le di a quien mi alma amaba, le encontré a quien mi alma amaba y no le dejaría ir hasta que le hubiera traído a casa de mi madre, justo a la alcoba de ella cuando me concibió”.
Si llevamos este bello poema y lo pasamos al español moderno, el lenguaje práctico sería esto: Mientras estoy acostado en mi cama yo me sentiría justo en la sensación de mi objetivo cumplido y habiéndome sentido en ese estado no lo dejaría ir, conservaría ese estado de ánimo vivo y en ese estado de ánimo me dormiría. Esto es llevarlo justo a la interpretación de “a la alcoba de mi madre, a la alcoba de ella cuando me concibió”.
Las personas estamos totalmente inconscientes de este fantástico poder de la imaginación. Es bueno saber que las experiencias desagradables también fueron antes imaginadas al detalle y con todos tus sentidos, solo que de manera inconsciente.
Pero cuando comienzas a descubrir que puedes tomar las riendas desde la consciencia y decides confiar plenamente en este poder como canal transformador, nunca más desempeñarás el papel que anteriormente realizabas.
Ya no volverás atrás convirtiéndote en un simple reflector de la vida. De ahí en adelante serás el afectador de ella.
El secreto a voces de ello, es centrar tu imaginación en la sensación del objetivo cumplido y permanecer allí, pues en nuestra capacidad de vivir en la sensación del objetivo (deseo) cumplido, residen nuestros milagros para vivir esta parte de la vida de manera más próspera.
La mayoría de nosotros tenemos miedo de imaginarnos a nosotros mismos como individuos importantes y nobles, seguros de nuestra contribución al mundo, solo porque en el mismo momento en que empezamos nuestra asunción comienza “la razón” (mente-ego) a sabotearnos negando la verdad de esa asunción, y es allí es cuando empezamos a traicionarnos hasta matar la semilla que habíamos sembrado, o talar el árbol en que se convirtió.
Tenemos que dejar de aferrarnos a las garras del mundo, de las cosas familiares, e ir por encima de las ficticias amenazas de lo que nos sucederá si nos desprendernos de lo que conocemos como seguro y centro de nuestro equilibrio.
Yo apelo a que lo intentes.
Descubrirás esta gran sabiduría de las antiguas civilizaciones, pues ellos nos la contaron en su propia, extraña y maravillosa forma simbólica.
Pero desgraciadamente tú y yo mal interpretamos sus relatos y los tomamos por y como algo histórico cuando intentaron que fuera una enseñanza afable, para simplemente conseguir cada objetivo y aliviar nuestro paso por este impactante instante de vida.
Como puedes intuir, la imaginación nos pone en contacto con el mundo de los estados físicos que no hemos visto pero existen. Esos estados están presentes ahora, pero son simples posibilidades mientras tan solo pensemos en ellos.
En cambio, se transforman en poderosamente reales cuando pensamos desde ellos y moramos en ellos.
Hay una amplia diferencia entre pensar en lo que tú quieres en este mundo y pensar desde lo que tú quieres.
Para citar algo de la biblia, siguiendo la idea de que sus enseñanzas son cuánticas, como he referido en artículos anteriores, y a pesar de la manipulación que han intentado ejercer sobre ellas, les cuento esto que habla sobre la imaginación:
Décimo cuarto de Juan:
“En la casa de mi padre hay muchas mansiones, si no fuera así te lo habría dicho. Voy a preparar un lugar para ti, y si voy y preparo un lugar para ti yo vendré de nuevo y te recibiré en mí mismo para que allí en donde yo estoy, tú puedas estar también”.
Es bueno saber que este personaje central de los evangelios es la imaginación humana. La mansión no era un lugar en alguna casa celestial sino simplemente en el deseo, y si yo hiciera una viva representación del estado deseado o que quiero, y luego entro en ese estado y permanezco en él, lo realizaría.
¡Maravilloso! Desde siempre hemos tenido toda la información necesaria, solo que desde hace un tiempo para acá se devela de manera más dúctil para nuestra comprensión. Es menester expandir nuestra consciencia.
Yo le tomé la palabra al poder de la imaginación.
Mientras estaba transitando el proceso de sanación en mi experiencia oncológica, ya sentía que mi cuerpo estaba sano y decidí viajar a la casa de mis padres y encontrarme con ellos.
No tenía ni mi cuerpo apto, ni dinero para eso en ese momento, sin embargo y durante un tiempo, noche tras noche, mientras me quedaba dormido, asumía que estaba durmiendo en casa de ellos en Sicilia. Celebrando la vida, sano.
Sabía que los recursos se moverían para que se me manifestara esa realidad en el plano físico y así fue.
En mi libro «Más allá del cuerpo» hablo sobre algunos viajes fantásticos. Eso y todo lo que me sucede hoy en día fue antes imaginado por mí, incluso las cosas que me toman por sorpresa agradable, o las que no comprendo desde la mente.
Había encontrado a un salvador en mí mismo que nunca fallaría.
Todo se me da si le doy el exacto estado de ánimo imaginado y me mantengo en él, sin permitir que nada me desvíe.
Vivamos en ese estado de ánimo imaginado, con vivacidad sensorial además de una acción coherente y constante.
Entonces, hasta este punto, ya sabemos que no basta tan solo pensar en lo que queremos, sino comenzar a pensar desde ello.
No basta solo eso que algunos llaman imaginar, cuando solo se trata de pensar despierto en lo que se quiere, tenemos que ocupar en presente perfecto ese estado. Él existe ya, solo que no lo vemos con nuestros ojos físicos.
Creer para ver.
Tienes que ocupar ese espacio imaginado y poseerlo, ir hacia adentro, hacerlo tuyo con todos tus sentidos, quedarte en esa sensación por siempre, en la certeza de que ya está dado. Pronto te sentirás natural en esa asunción. Persiste y se materializa.
Tus acciones diarias deben ser coherentes con tu objetivo, de esa manera se alinearán.
Entonces, si yo estoy sentado en un lugar específico de mi casa puedo estar en otra parte. Pero ¿cómo puedo estar sentado aquí físicamente y ponerme con la imaginación en un punto del espacio apartado de esta habitación y hacer que eso sea real para mí?
Es muy fácil, mi imaginación me pone en contacto interiormente con ese estado. Imagino que estoy efectivamente donde quiero estar.
Pero ¿cómo puedo decir que estoy ahí?
Pues, hay un modo de demostrármelo, y es por la manera detallada como describo ese mundo, eso que describo respecto a mí mismo.
No estoy físicamente en lo que imagino que quiero, pero estoy ahí en mi imaginación y mi imaginación es mí ser real. Donde voy en mi imaginación lo hago real, en consecuencia, ahí iré en la carne también.
Hecho está.
La primera palabra que aparece escrita en este artículo es… “desde tu corazón”.
Te pido que, si tu mente te da argumentos “racionales” para dudar y hasta negar todo lo que digo, ten en cuenta que estas digiriendo esta información desde el mundo de la razón, por ello tu límite, y de ser así no la pongas de lado, no la deseches ya que es tu esencia más pura y poderosa.
Prueba con algo sencillo, no hace falta que me des la razón, jamás. Tan solo prueba a solas y sin testigos. Es un regalo para ti, de ti mismo.
En más llanas similitudes entre la biblia y lo cuántico; Marcos, capítulo 11:24 nos dice: “lo que sea que desees, cree que ya lo has recibido y lo recibirás”. Podría citarte cientos de ejemplos.
Aquí él no dijo que solo recibirás lo que es bueno para ti, él deja en nuestras manos la decisión que tomemos. Pero sea la que sea, lo recibiremos.
La vida abundante en prosperidad que se nos prometió, es nuestra para disfrutarla ahora, pero no la experimentaremos hasta que tengamos impreso el sentimiento de creadores conscientes, a través de nuestra extraordinaria imaginación humana.
Podría escribirte sobre innumerables historias de casos que muestran esto, unos leídos y constatados, otros que me han contado algunas personas de sus propias experiencias, pero sobre todo de las mías; como lo fue sanar de un cáncer terminal en pocos meses, y de lo cual hay un gran expediente científico.
En este artículo, así como en mi libro, no estoy teorizando, lo hago desde la efectividad práctica de esta disciplina sobre mí y muchos otros.
Si inconscientemente y sin saber cómo ni cuándo, pude imaginarme con cáncer en estado cuatro metastásico y luego de manera consciente revertí ese diagnóstico imaginándome absolutamente sano y sin efectos secundarios, entonces tú puedes hacer y ser lo que te propongas. Así decido creerlo y creerte.
Ten cuenta algo. Todo lo que ves en este mundo fue antes imaginado.
Extracto de mi libro «Más allá del cuerpo» / Capítulo 17
https://www.amazon.com/dp/B07GY4P1B9/ref=cm_sw_r_cp_api_H0VKBbDMH4SGY
http://amazon.com/author/sebastianfalco
#blog #cocreadores #oncología #biblia #universosparalelos #creerparaver
#sanacióncuántica #curaciónespontánea #másalládelcuerpo #biocentrismo #cuarentena
Compartir